Muchas veces llegamos a un punto en nuestras vidas en el que todo pareciera detenerse. Comenzamos a experimentar dificultades a la hora de tomar decisiones y quedamos en una especie de limbo. En esas situaciones es muy común pensar en todo lo que podría haber sido y hacer comparaciones entre nuestra situación actual y aquella en la que nos gustaría estar. ¡Y ambos caminos nos sacan del momento presente!

En esos momentos resulta de gran ayuda recordar la cita de Ralph Matston “lo que haces hoy puede mejorar todos tus mañanas”. Si decidimos poner el foco en todo lo que no fue de alguna forma nos estamos aferrando al pasado y, a su vez, dejamos de creer en nuestra capacidad de diseñar la vida que queremos de forma proactiva.

Solo cuando logramos soltar realmente todos los conceptos de lo que pensamos que debería ser nuestra vida podemos ponernos manos a la obra en nuestro ahora. No mañana, no pasado, AHORA.

Esos conceptos de cómo deberían haber sido las cosas nos mantienen en un lugar de rigidez que no nos permite fluir hacia nuevos desafíos y propósitos. Hay que preguntarse a qué nos estamos aferrando y contemplar la idea de que es hora de soltar y seguir nuestro camino. Quizá tan solo la idea de hacerlo ya nos llene de resistencias y enojo pero la recompensa de permitirse soltar vale la pena.