decoración
Decorar con flores y plantas artificiales, ¿sí o no?
22 Jul 2020
Las plantas y las flores le dan un toque muy diferente a cualquier ambiente. Pueden aportar vitalidad, color y calidez a una habitación fría, en especial si las colocamos en lugares claves como una mesa ratona, en el medio de una biblioteca o debajo del marco de una ventana. Un ramo de flores o una linda planta verde pueden ser la solución perfecta para un rincón vacío.
Las flores de plástico suelen ser un gran no al decorar, pero la realidad es que tienen sus ventajas. No necesitan tantos cuidados como las plantas naturales, aparte de que duran años si las limpiamos bien. Nos olvidamos de regar, de ubicarlas para que les de buena luz y de preocuparnos de que se llenen de insectos. Además, son muy amigables para las personas alérgicas, nada de estar estornudando. Y si bien suele notarse cuando las plantas son artificiales, el secreto está en elegir las correctas. Si elegís bien, ¡nadie se va a dar cuenta de que son de mentira!
Primer paso: Elegir un buen material
¿Por qué el material es tan importante? La mayoría de los tallos y las hojas son de plástico. Antes de comprar debemos asegurarnos de que sean de buena calidad y que no tengan marcas obvias que delaten. Los pétalos de las flores, en general, son de seda, aunque algunas se hacen de espuma, lo que hace que se vean un poco más naturales.
Segundo paso: Que sea realista
Más allá del material, debemos asegurarnos de que la planta o las flores se vean reales. Uno de los errores más comunes al decorar es elegir flores que no se parecen en nada a las naturales. Si el color es equivocado o si se nota mucho que el tallo es de plástico, es más difícil de disimular. Por eso es conveniente que llevemos fotos de las flores que buscamos al local donde vayamos a comprarlas, para que no haya dudas de que la artificial sea parecida. Los cactus, las suculentas y los helechos son variedades con las que no nos podemos equivocar, ya que las naturales tienen la característica de verse prácticamente como si fueran de plástico.
Tercer paso: Hacer que se vean naturales
No debemos poner las plantas o las flores artificiales en un frasco y listo. Si realmente queremos que nuestras plantas se vean naturales, debemos decorar con ellas como si fueran naturales. En el caso de las plantas, podemos ponerlas en macetas de cerámica y agregarles tierra como si fuera la versión real. En cuanto a las flores, podemos usar floreros y agua sólida, especial para este tipo de flores. En cuanto a cactus y suculentas, se usan mucho las rocas y la arena para decorar el recipiente en el que estén.
Cuarto paso: Limpiar las plantas seguido
Otro error súper común que delata la verdad de las plantas artificiales, es no limpiarlas seguido. Las flores llenas de polvo no sólo quedan mal, sino que también pueden ser malas para la salud si hay alguien alérgico en casa. Podemos pasarles un plumero a las hojas y pétalos diariamente para espolvorearlos un poco y, una vez a la semana, pasarles un trapo húmedo por toda la superficie. ¿Otro tip para que se vean reales? Cambiarlas de florero o al menos cambiarlas de lugar. Como la realidad es que las flores no duran para siempre, de esta manera posiblemente podamos engañar un poco mejor la vista de quienes vengan a visitarnos.