A todas nos pasó alguna vez: de pronto llegamos al punto en el que la comunicación con nuestra pareja no fluye y todo se convierte en un pretexto para entrar en discusiones y reclamos. Además de la tristeza que conlleva esta situación, se produce un desgaste emocional que puede tener efectos negativos en nuestra vida laboral, la familia y hasta nuestras amistades. Ante esta situación, rápidamente tomamos consciencia de que hay que llegar a una resolución. ¿El problema? Que no siempre discernimos dónde está la salida.

 

A veces estamos tan centradas en probar un punto o marcar un límite que bloqueamos cualquier posibilidad de comunicación con el otro. Y, si nuestra pareja comparte la postura, terminamos encerradas en un callejón sin salida. Y está claro que no queremos estar encerradas en ningún lado con alguien a quien no queremos ni verle la cara. Pero no se preocupen, ¡hay varios caminos para recorrer antes de tirar la toalla!

 

Un clásico: el psicólogo

Una de las vías más populares para resolver este tipo de situaciones es acudir a una terapia de pareja. Los motivos que nos hacen estar enfrentados son tantos como parejas existen. Pero la realidad es que, sea cual sea el disparador de los problemas de una relación, siempre hay un denominador común y es la falta de comunicación.

 

En este sentido, el psicólogo puede guiarnos para que encontremos el verdadero problema que se encuentra detrás de todo el ruido. A su vez, puede ayudarnos a fomentar el diálogo y escuchar al otro, además de aprender a comunicar lo que sentimos sin herir a la otra persona.

 

 

Otros caminos que también conducen a Roma 

Si, por algún motivo, tu pareja o vos no están abiertos a una terapia porque no quieren involucrar a un tercero en sus problemas personales, hay otros caminos para lograr el objetivo. Aquí compartimos algunos consejos para mejorar tu comunicación sin necesidad de acudir al diván.

 

Yogi Bhajan, maestro de Kundalini Yoga, utilizaba el término “Comunicación Consciente” para referirse a la comunicación a la que nos mantenemos fieles después de pronunciarla. Según él “no deberías decir nada en lo que no puedas poner tu totalidad atrás”. Cuando hablamos desde el enojo, o desde nuestro ego herido, podemos decir cosas de las que rápidamente nos arrepentiremos.

 

Sabemos lo difícil que es no reaccionar cuando estamos emocionales y lastimadas, pero es clave para establecer una buena comunicación, no solo de pareja sino con todos los que nos rodean.

 

¡Fuera negatividad!

Recordá (y ayuda a tu pareja a recordar) que una palabra mal dicha vive para siempre. No reacciones negativamente y, pase lo que pase, no uses palabras hirientes ni lenguaje ofensivo. De lo contrario, estás bloqueando toda posibilidad de llegar a una verdadera comunicación.

 

 

En la comunicación hay otro

A veces creemos que la comunicación se trata de decir todo lo que sentimos, sabemos y queremos. Pero para lograr una comunicación armoniosa y consciente, la clave número uno es entender a la otra persona.

 

Si logramos entender al otro – desde el amor y la tolerancia- podemos presentar la información que necesitamos transmitir de manera tal que el otro pueda responder de forma igualmente armoniosa.

 

Es importante que, antes de hablar, pensemos ¿por qué me quiero comunicar? ¿Es para defender mis necesidades y controlar al otro? ¿O es porque realmente quiero llegar a una solución de mutuo beneficio?

 

Enseña a tu pareja la importancia de No Reaccionar

Yogi Bhajan planteaba que el gran desafío del hombre es dominar la comunicación no reactiva. El hombre debe permitir que la energía de la mujer fluya con libertad, sin reaccionar. Siempre decía -un poco en broma y un poco en serio- que inclusive si una mujer se está comunicando desde la negatividad, el hombre debe escuchar todo el discurso y finalmente contestar, ¿tenés algo más para comunicar?

 

Esto se debe a que la energía femenina es lunar y cíclica. Cuanto más estable sea la energía masculina -y solar- que recibe esa mujer, mayor será el amor que fluye de nuevo hacia él.