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Consejos para evitar el estrés en una mudanza
02 Nov 2020
Una mudanza puede ser un momento estresante en la vida de cualquiera; perdemos cosas, se arruinan otras, y eso se mezcla con las emociones revolucionadas de abandonar un hogar para recomenzar en otro. Pero si logramos anticiparnos con los preparativos y nos organizamos bien, podemos sobrellevar la ansiedad y los nervios y poner nuestra energía a buen uso.
Compartimos con ustedes algunos consejos para aliviar el estrés de una mudanza.
Relocalización y desorganización
La relocalización propia de una mudanza puede generar desorganización hasta en la persona más ordenada. Por eso, es preferible que nuestras expectativas se mantengan realistas y no busquemos abarcar más de lo que podemos.
Una mudanza es también el momento ideal para deshacerse de aquellas cosas que no se utilizan hace tiempo y, lo que esté en buen estado, podemos acercarlo a una institución donde lo necesiten más que nosotras.
Para organizarnos incluso mejor es conveniente coordinar el día y horario de mudanza con el camión que venga por nuestras cosas, con días de anticipación. Para guardar nuestras pertenencias de la manera eficiente, lo recomendable es guardar todo en cajas con las identificaciones correspondientes para que, al instalarnos, podamos localizar todo más fácilmente.
Valija de transición
Siempre es una buena idea, para estar más cómodas en el proceso de la mudanza, armar una valija con las cosas esenciales que se necesitarán durante las primeras dos semanas en nuestro nuevo hogar.
¿Qué podemos incluir en la valija? Documentaciones, llaves, lentes, cargadores de celulares, medicamentos, artículos de perfumería, ropa, etc.
Armonización de la mudanza
Ver que toda nuestras cosas quedan patas para arriba y en cajas encintadas puede ser un poco desorientador. Por suerte, hay algunas cosas que podemos hacer para tratar de armonizar un poco la transición y para hacer la adaptación un poco más llevadera.
Por ejemplo: tener a mano unas sábanas que ya hayamos utilizado, para sentir que dormimos en nuestra propia cama como siempre; un suministro básico de cocina para poder cocinar en la nueva casa; artículos de limpieza para poner todo en orden; un pequeño equipo de primeros auxilios (sobre todo si tenemos niños) para tener a mano cualquier cosa que se necesite durante los primeros días.
Configuración de servicios
Es importante recordar el tema de coordinar los servicios, tanto los existentes como los nuevos. Por ejemplo: cancelar el cable y el wifi, para darlo de alta en el nuevo hogar; avisar el cambio de dirección para que todas las facturas lleguen al nuevo hogar.
Lista de quehaceres
Como algunas de las tareas que tenemos que hacer pueden pasársenos por alto debido a todos los movimientos, es preferible hacer una lista de quehaceres (por más obvios que sean) en la que podamos ir tachando las tareas completadas.
Si bien todas estas movilizaciones pueden asustar, ¡los cambios son positivos! Así que, si logramos tomarlo con calma, podemos incluso disfrutar de todo este proceso.