confesiones

Clara Aguayo: escuchar para crear

17 Jun 2016

Clara Aguayo Ganadora Lúmina 10

La sensibilidad artística de Clara Aguayo es entrañable y el amor por lo que hace es contagioso. Su taller, rodeado de verde e iluminado por una luz privilegiada, es un universo cuidadosamente curado para crear.

Fue en éste espacio donde diseñó la colección que la convirtió en la ganadora de la décima edición de Lúmina, el concurso de diseño más importante de Uruguay. Desde la música que la inspira -es una aficionada del Trip Hop-, hasta la relación que entabla con el textil -al cual escucha con humildad-, todo en su proceso creativo tiene una razón de ser y refleja su cosmovisión.

Conversamos con Clara en su taller y nos contó acerca de lo que más le gusta de su profesión, sus aprendizajes a lo largo del proceso de Lúmina y sus planes a futuro.

Clara Aguayo Ganadora Lumina

 

¿Cuándo se despertó tu vocación artística?

Creo que siempre supe que iba a hacer algo relacionado al arte. Desde que tengo memoria siento una inquietud artística. Yo hice ballet desde los seis años hasta los 20. Bailaba con Alejandro Godoy cuando era el director del Sodre y durante mucho tiempo parecía que me iba a dedicar a la danza. Empecé a bailar cuando era chica pero nunca dejé de estudiar, que es lo que pasa muchas veces cuando decidís dedicarte a la danza profesionalmente. Entonces cuando terminé el liceo, me anoté en la facultad y empecé diseño.

Me acuerdo que hubo un momento de bastante frustración porque tenía que faltar a clases de danza por las entregas del Centro de Diseño. Ahí fue cuando me di cuenta de que a veces no podemos entregarnos del todo a más de una cosa a la vez. Siempre doy el corazón entero a lo que hago y sentía que así lo tenía repartido. Fue en ese momento que terminé de conectar con el diseño. ¡Y empecé a desayunar, almorzar y cenar diseño!

Clara Aguayo

Clara Aguayo Ganadora Lúmina 10

 

¿Qué es lo que más te gusta de ser diseñadora?

Creo que el diseño tiene la combinación perfecta entre lo artístico y errático de jugar con el margen de error y meter mano y lo más académico y racional. Siento que trabajo los dos hemisferios del cerebro haciendo una misma carrera y eso me gusta mucho.

 

¿En qué te inspiraste para diseñar la colección?

Me inspiré en los poderes del alma. Yo estaba pasando un momento de crisis en ese momento y empecé a investigar y meditar sobre el concepto de la resiliencia: la capacidad del hombre de enfrentar situaciones adversas y sobrellevarlas. 

Lúmina me agarró en un momento bastante introspectivo, estaba todo el tiempo acá adentro pensando en lo que sería la colección y en lo que pensaba que era el diseño y llegué a la conclusión que la verdad está en el interior y nuestros verdaderos poderes están dentro y ocultos. Traté de que mi colección reflejara un momento de pausa meditativa y quería que fuera muy serena, pero a su vez muy fuerte; que tratara de plasmar cuáles son realmente nuestros poderes interiores: que quizá no tienen que ver con la competitividad, lo vistoso y extravagante, sino con lenguajes más sutiles.

Siempre pensé en el usuario, en qué sentía la persona cuando se probaba la prenda y por eso me probaba todo lo que hacía para ver cómo me sentía. Para diseñar TARO también escuché mucho al textil. Un diseñador que me encanta, Yohji Yamamoto, me enseñó a través de sus libros que hay que escuchar a la tela y ver para dónde quiere drapear y por dónde quiere caer.

Creo que eso tiene que ser parte del diseño. Me gusta porque implica no llevar el diseño a un lugar caprichoso y no llevar al textil a un lugar donde no quiere o no vestir a la persona como no quiere estar. Eso implica pararse en lugar humilde y solidario de los distintos elementos que participan en el diseño.

Clara Aguayo Ganadora Lúmina 10

 

¿Qué fue lo que más te gustó del proceso?

Creo que haber decidido que no iba a delegar nada, que al final fue lo que al jurado más le llamó la atención de lo que presenté.  

Tomé esa decisión porque vi que llega un momento en el que sentís que no estás agotando tu creatividad y sabés que queda más. Hasta entonces había estado diseñando, haciendo figurines, armaba algún molde y lo mandaba a la modista. Pero sentía que le faltaba la pieza esencial. Me preguntaba dónde me estaba ensuciando las manos yo y si estaba siendo artística o estaba en un lugar cómodo. Necesitaba salir de esa zona de confort porque era una decepción para mí. Y ahí fue que decidí que iba a hacer todo yo. ¡Estaba convencida que tenía que hacerlo como fuera!

Y me alegro mucho de haber tomado esa decisión, que fue bastante ambiciosa, porque descubrí algo maravilloso. Decidí en ese proceso que no me voy a alejar más de lo que hago. No quiero ser sólo una diseñadora, quiero confeccionar también. Para mí es una parte vital del proceso porque es el momento en el que das a luz lo que creaste.

 

Clara Aguayo Ganadora Lumina

 

¿Cuál fue tu mayor aprendizaje en relación a Lúmina?

Yo ya me había presentado dos veces al concurso y no había quedado finalista. Y tenía la convicción de que tenía que quedar porque era consciente de que es una plataforma de exposición muy importante. Para mí Lúmina era una herramienta para introducirme a mis colegas y al mercado.

Yo pienso que todo en la vida siempre es perfecto y creo que no quedé las otras veces porque no tenía que quedar. Ahora pienso en esas instancias y me da una especie de vértigo, ¡qué suerte que no quedé! Porque no estaba preparada para plasmar una colección tan madura como siento que fue ésta. Siento que esta vez logré encontrar un equilibrio entre lo que la gente necesita -lo comercial-, y lo creativo o artístico.

 

Clara Aguayo Ganadora Lúmina 10

 

¿Cómo cambió la industria de la moda en Uruguay en los últimos años?

Creo que se abrió un abanico. Especialmente en éste último año porque ahora está buenísimo usar ropa hecha en Uruguay, algo que antes no pasaba. Eras cool si te comprabas ropa afuera. Ahora la gente está usando más ropa producida en Uruguay por diseñadores uruguayos y la gente se está interesando más por el slow fashion y el diseño de autor.

Como aspecto negativo creo que es muy triste que cerraron todas las textiles y ya casi no se puede conseguir materia prima uruguaya. Para mí es un dolor horrible porque era calidad de punta. Por suerte, yo encontré algunas telas producidas en Uruguay para mi colección. Por ejemplo, para el vestido de novia conseguí una tela que fue producida acá en la época en la que Uruguay exportaba telas a Italia y esa fue hecha para Armani, ¡es maravillosa! Es una pena que no se encuentren más esos textiles, para mí es como si me arrancaran una parte del diseño porque son una fuente de inspiración increíble. 
Clara Aguayo Ganadora Lumina

 

¿Cuáles son tus planes a futuro?

Hace dos años estaba segura de que me quería ir. Y después conocí a mi novio, Nacho, y juntos nos dimos cuenta de que Uruguay, si bien recibe muchas críticas por ser un país chiquito donde nos conocemos todos, tiene un lado maravilloso porque es un lienzo en blanco.

Al ser tan pocos, todo lo que hagas, si lo hacés bien, hace ruido. Nunca va a pasar desapercibido algo que haga alguien y que esté bueno.  Ahora le tengo mucha fe a Uruguay y, si bien me gustaría probar en otro lado por un tiempo, aspiro a tener una marca en Uruguay, hecha en Uruguay. Ya me puse en contacto con Sinergia, que es una incubadora de negocios, y estamos planeando el lanzamiento de mi marca.

Mientras tanto, estoy trabajando por encargo y tengo prendas en un atelier divino en Punta Gorda que se llama Mares. También estamos organizando un evento para este fin de semana en Ana Livni, que para mí es un referente total.