¿Te gustan las plantas, pero no tenés tiempo para cuidarlas? Tenemos una solución: los cactus y las suculentas.

Ambas especies, fáciles de mantener, se adaptan a ambientes interiores o exteriores sin problema, y lo más lindo es que aportan un toque de verde y vida a nuestras casas.

Son plantas muy prácticas ya que podés ubicarlas casi en cualquier lugar desde tu casa: desde una biblioteca en el living, pasando por una mesada de cocina o como un detalle especial en el baño. También quedan muy lindas en un patio o terraza, y hasta en el dormitorio para despertarse y dormirse viendo una plantita, ¿por qué no?

Si tenés mucho espacio, de cada maceta que tenés podés ir haciendo plantas nuevas. ¡Sí! Estas dos variedades tienen el plus de que si les cortás un trozo una vez que están grandes, podés plantarlo en una nueva maceta y se regenerará, dándote una nuevo cactus o suculenta.

Dato clave: como ambas especies almacenan agua en sus hojas y sus tallos, son fáciles de cuidar. Si los tenés en un lugar cerrado, sólo van a necesitar mucha luz natural y riego cada 20 días aproximadamente. Si están en un espacio exterior, se riegan una vez por semana en verano y cada 15 o 20 días en invierno, ya que el sol directo a diario los seca un poco más.