Mercedes es una señora de ochenta años que vive en una casa grande y en bastante soledad. Una tarde conoce a Sebastián, un guionista de veintiséis años que viene del interior del país en busca de oportunidades. Cuando ella le ofrece hospedarse en su casa mientras termina el guión, la pasión florece entre los dos.

“Vine a escribir el libro para una película”

Sebastián sueña con ser exitoso en la capital. Mientras se desarrolla como profesional, el vínculo entre ambos va evolucionando y pasa de una amistad a algo más. La película nos habla de ese contraste entre los planes que tiene uno para su vida y los eventos que suceden sin que uno imagine nada.

“Sos una mujer estupenda, con bastón o sin él”

El joven besa en la frente a Mercedes. La obra nos demuestra que el amor no tiene edad aunque sí inseguridades. Esta frase tan conocida del amor y el tiempo, revela que la pasión puede suceder en cualquier momento de la vida de una mujer, como en el caso de Mercedes. Que nunca estamos libres de sentirnos enamoradas.

Por momentos ella siente que está llegando al final de su existencia, que no le queda nada por vivir, aunque por otros, cuando está al lado de Sebastián, sus emociones cambian y su vida se ilumina por completo.

“Te estarás preguntando hasta dónde querrá llegar esta vieja”

En el mes aniversario de la partida de esta gran actriz, recordamos a este personaje femenino tan audaz, elocuente y directo. Mercedes no tiene miedo de decir lo que siente, aunque sepa que esa relación no perdure. La pregunta es ¿vale la pena callar un sentimiento de amor por miedo al fracaso?

Besos en la frente, 1996.