Hoy en día y luego de cinco años vivo de la publicidad y creo que es muy poca la gente que vive de la ficción y del cine pero mi ideal sería trabajar en ficción.

En Chile el mercado es mucho más grande y conseguir fondos que financien proyectos no es tan difícil como acá. Todos mis amigos profesionales del audiovisual sí viven de la ficción y mis hermanos también, por eso no descarto volver.

Una de las experiencias que recuerdo fue cuando participé en el rodaje de un episodio de Voces Anónimas, con Guillermo Lockhart. Tuve el desafío de ambientar y decorar toda una camioneta, como uno de los escenarios principales de la historia. Fue interesante mi trabajo en dirección de arte, porque como fue una producción chiquita, me encargué también del vestuario de los actores y tuve que conseguir prendas dobles porque hubo una escena sangrienta.

En estos días estamos armando un nuevo proyecto de cortometraje con otro grupo de profesionales para presentar al ICAU. Aunque hay más opciones de trabajo Chile, reconozco que me gusta mucho vivir acá por la tranquilidad y porque la idiosincrasia de la gente me parece más linda”.