Natalie, Dylan y Alex son colegas en una agencia de detectives dirigida por un multimillonario llamado Charlie, a quien ellas no conocen personalmente pero confían a ciegas. Estas tres expertas en artes marciales, utilizan las estrategias más locas para resolver casos.

Entre sus ideas están las de disfrazarse y hacerse pasar por distintos perfiles de personas, además conocen y manejan las más avanzadas tecnologías para desenmascarar criminales.

Las orejas toman nota.

La película nos muestra cómo tres mujeres muy distintas conviven y crean un vínculo más allá del trabajo. El mensaje que comunica es el poder que tiene la mujer a la hora de resolver conflictos, y como muchas veces es la ideal para entrar en acción.

Ellas tienen una doble cara, por un lado cumplen el papel de personas femeninas y normales dentro de la sociedad, pero cuando trabajan como ángeles para Charlie, se transforman y muestran sus verdaderas virtudes. La sensualidad femenina es uno de sus poderes, la inteligencia creativa es otro, además de la destreza física.

A su vez, el papel que interpreta cada uno de los ángeles refleja un empoderamiento de la mujer, capaz de lograr cualquier cosa que se proponga, incluso al probar su fuerza física contra más de un hombre.

Los ángeles de Charlie, 2000.