Carrie es una escritora treintañera que vive en Manhattan. Pasa su tiempo entre amigas, su pareja y su pasión que es la moda. Ella tiene una relación feliz con un hombre hasta que llega el momento de la propuesta matrimonial.

Es fiestera y adicta a la moda, además se dedica a escribir sobre aventuras sexuales de las mujeres, sobre la vida citadina y sobre las tendencias de vestimenta. También reflexiona acerca de la difícil tarea de conseguir una pareja estable. Aunque es moderna y sofisticada, su pensamiento es tradicional y lo único que anhela es encontrar el amor y que sea para siempre. La propuesta de su pareja la hará replantearse si de verdad quiere convertirse en madre de familia.

A los treinta muchas mujeres ya tienen su estilo de vida armado pero otras no. Como Carrie, suelen dudar a la hora de descubrir la existencia del alma gemela y al desarrollar una relación luego de cierta edad.

“Tal vez no hay momentos correctos, hombres correctos, respuestas correctas, tal vez sólo tienes que decir lo que está en tu corazón. Las relaciones no son sobre juegos, son sobre madura y honesta comunicación”.

Satisfacer las necesidades emocionales como mujer parece no ser tarea simple. Esto es lo que busca Carrie en una pareja. Cualquier mujer, viva o no en una gran ciudad moderna y ruidosa, puede plantearse las mismas cuestiones. Porque todas buscamos lo mismo, sentirnos cómodas y a gusto con quien nos acompañe en la vida.

Por eso, más allá de las apariencias, Carrie es una mujer con la que cualquiera puede identificarse, por eso la serie de televisión tuvo tanto éxito y por eso existe esta película, para poder seguir viendo más de una mujer que busca nada más y nada menos que sentirse bien.

“Antes ser soltera significaba que nadie te quería; ahora quiere decir que eres guapa, sexy y que te tomas tu tiempo decidiendo cómo quieres que sea tu vida y con quién quieres compartirla”.

Sex and the city, 2008.