Como lo hacía mi tía abuela Emilia. Clarito, hecho en casa, sin conservantes. Fresco y tibio. Tiene un sabor suave y real. Hacerlo es una prueba a nuestra paciencia. A mi me llevó 1 hora y 40 minutos aproximadamente. No tiene ciencia, solo hay que cuidarlo y removerlo todo el tiempo, a fuego muy bajo para que se evapore el agua de la leche, y se concentren y se caramelicen los azúcares. De 1 litro de leche sale aproximadamente 400 gr de dulce de leche. En volumen, reduce un montón!!! Y ojo!!! Vas a ver en un momento que se va a notar claramente que es un dulce de leche pero lo vas a ver un poco más líquido que el que estas acostumbrad@. Pasa que cuando enfría, espesa mucho. Así que sacalo del fuego y confía que va a quedar espectacular.

 

Va receta:

Poner en una olla 1 litro de leche entera + 250 gr de azúcar blanca + 1/2 cta de bicarbonato de sodio (se compra en La Molienda y sirve para darle color) – remover hasta que reduzca casi a 1/4 de su volumen inicial, con paciencia, notando como va cambiando el color blanco inicial de la leche a este color caramelo dorado y brillante. Sacar del fuego y pasar a un recipiente. Es fundamental hacerlo a fuego muy bajo. Y disfrutarlo con seres queridos 🙂