Bridget es una mujer soltera de 32 años que vive de manera insegura y confusa. Su familia quiere que se case de una vez, pero su vida amorosa siempre está en crisis. Para cambiar su realidad, consigue un amigo incondicional, un diario íntimo.

 

Esta joven decide controlar sus malos hábitos de comida, bebida y relacionamiento a través de la escritura en el diario. Su propósito es mejorar para conseguir al hombre de sus sueños.

La realidad que vive Bridget es un error común y corriente para las mujeres en la vida contemporánea. El problema femenino que refleja la obra es ese deseo constante por llegar a un modelo perfecto para ser aceptadas. Pero el amor se asoma cuando nos amamos a nosotras mismas, tal cual somos.

El amor no es sentirse disconformes cuando estamos con el otro, no es cambiar nuestra esencia, no es estar incómodas para agradar, no es estar siempre de buen humor ante el otro, no es ser falsas, sino ser naturales y estar cómodas y que nuestra pareja también lo esté por igual.

 

No se debe estar en pareja por miedo a la soledad, sino porque de verdad queremos a esa persona a nuestro lado, porque pasamos bien así. Eso es lo indicado, lejos de cualquier mandato cultural. Ese es el futuro que Bridget descubre que quiere y que nos hace bien a todas las mujeres, de cualquier edad.

El diario de Bridget Jones, 2001.