Su hija de veinte años Sophie tiene una relación aparentemente amigable y pacífica con ella. Pero como de costumbre, los problemas salen a la luz en los momentos más felices, como por ejemplo en una boda. La joven no sabe nada sobre su padre, pero el día de su casamiento, ambas, madre e hija encararán ese misterio.

Muchas veces las familias viven y funcionan como si todo estuviera bien, aunque la realidad esconda varias confusiones. La relación tanto de familiares como de amistades se va construyendo con el tiempo y la base debería ser la confianza. ¿Cómo confiar en alguien que nos oculta una verdad tan importante como la que escondía Donna a Sophie?

Sin la honestidad, no hay relaciones duraderas o puede que funcione en apariencia hasta que un día explotan el rencor y los resentimientos.

El título de la película lleva el nombre de una canción que habla sobre un corazón roto que vuelve a caer en lo mismo aunque haya sido lastimado. Ojala que como mujeres, amigas o madres, como Donna, no traspasemos el dolor que nos puedan ocasionar terceros, a personas inocentes como Sophie, su hija.