cultura

AMORES GATOS, POR LAU ALMEIDA

30 Jan 2018

Siempre siempre amé con locura a los perros y le tuve terror a los gatos. De chica recuerdo haber visto una película de viernes 13 en canal 4 en donde había una casa abandonada de madera de tipo inglesa que habitaban muchos gatos y cuando alguien entraba se lo comían vivo. Desde ahí procuré cruzar la calle cada vez que veía uno; tenía pesadillas cada tanto y si iba a una casa con gato pedía por favor lo alejaran de mí. En el momento que entraba al espacio los ojos se me hinchaban, empezaba a estornudar, a lagrimear y el pecho se me cerraba, característico de mi asma.

Hace unos 10 meses llegó a la casa de mi novio: Pompi. Pompi ya tenía 1 año & 1/2 y lo tenían con su ex pareja e hijas desde que era un cachorrito bebé. De la noche a la mañana me vi en el desafío de compartir a diario con un gato.

Nuestra relación empezó a los estornudos y con los ojos llenos de lágrimas, kalitrón mi gran aliado me ayudó en esta etapa de transición. De a poquito me iba acercando, por lo menos a mirarlo de cerca y tocarlo con un dedo. Hay un sentimiento que siempre estuvo en mí con respecto a los gatos; y es que son traicioneros: siempre sacando alguna uñita o tratando de morder. Poco a poco fui entendiendo que es su forma de jugar y que tienen un instinto salvaje de naturaleza, pero que no hay mala intención.

Al principio cuando se me acercaba más y se ponía arriba mío, me quedaba durita, petrificada, con miedo que me diera un arañazo en la cara. Y de a poco me fui soltando, entregándome, confiando, “curtiéndome”, mejorando la alergia y el pecho cerrado. Mi homeópata, Peón, me dijo que los gatos simbolizan el amor incondicional, que mi alergia significaba que había algo en mí que no se podía entregar al amor. En biodescodificación representa el lado sexual femenino, la dulzura, el encanto y la ternura. Tiene que ver con algo que la persona rehúsa recibir o bien manifestar. Para los habitantes del Antiguo Egipto los gatos eran los protectores del hogar, transmutando la negatividad. Mientras que el perro es un Ser Yang, el gato es un Ser Yin, por la tanto es el principio femenino por excelencia. El gato permite la entrada al mundo desconocido, a la espiritualidad, a todo lo oculto y su curiosidad innata refleja la curiosidad innata de todos los hombres por esos temas, aún cuando se niega. Si el perro enseña al hombre por activa (Yang) el “te quiero”, el gato lo enseña por pasiva (Yin) el “queréme”. De manera que el reflejo y ejemplo de Amor que nos dan los animales domésticos queda en un círculo completo.

Empecé a darme cuenta que en esos días intensos y agotadores, cuando llegaba a tirarme 5 minutos en el sillón y se me acostaba encima del pecho a ronronearme, ¡me hacía tanto bien! Una sensación de paz y tranquilidad me invadía; y ese masajecito que hacen con las patitas además de enternecedor es reconfortante. Estuve leyendo y el ronroneo de los gatos tiene una frecuencia sonora que ayuda a reducir el estrés de las personas, así como la tensión arterial, según señala un estudio realizado en la Universidad de Stanford. Pueden producir vibraciones de entre 20 y 140 hercios al ronronear, una frecuencia considerada beneficiosa para una gran variedad de enfermedades.

Me fui encariñando con Pompi, que en realidad su nombre es Pompa Borges – por el jugador de fútbol – jha, pero también le decimos Pompidou. La verdad es que es extremadamente bello, él en particular es grandote y panzón, atigrado negro con gris amarronado & blanco. Sus ojos son verdes bien grandes y su naricita es marroncita con una especie de bigote amarillo como si hubiese metido la trompa en café con leche.

Se lo confunden con nena por su rasgos delicados pero también por su nombre. Es bandido, chusma, le encantan las cajas, los huequitos, curiosear y algo que me sorprende es que no se deja mimosear cuando quiero agarrarlo y apretujarlo…..Tiene sus tiempos y si él quiere mimos viene solo, pero no le gusta sentirse forzado. A diferencia de Cousteau, mi labrador chocolate de 11 años, que siempre está disponible para que lo estruje todo, le agarre los cachetes, las orejas, me acueste con él a abrazarlo.

Hace 4 meses me mudé a lo de mi novio y ya los quiero a los 2 por igual. Entre ellos se llevan bárbaro, son graciosos juntos. Cousteau ya es mayor entonces se deja hacer cualquier cosa. Al principio no fue fácil integrarlos porque Pompi se vio invadido, es más Cousteau le comía la comida y lo hace cada vez que puede, por eso se la tenemos que dejar en un lugar más en altura para que el veterano no se la coma. Comparten el tarro de agua, la cama, se extrañan si se separan; la verdad es que es hermoso verlos juntos.

Los gatos tienden a elegir sus batallas con mucho más cuidado en comparación con los perros. Se toman más tiempo para observar, pensar y ponderar antes de decidir si la atracción de ese momento realmente merece su atención. También se mueven con más intención cuando escalan alturas aparentemente imposibles y encuentran la forma segura para bajarse de ahí después. Son resilientes, por eso tienen 7 vidas, reflexivos, estrategas y deliberados, también de vez en cuando les viene la “chiripiorca” y saltan como unos descontrolados de un lado para el otro.

Estos felinos se han ganado un lugar en mi corazón; y gracias a Pompi trascendí un miedo más, una resistencia, una alergia y me entregué a su amor incondicional ??