Allie es una joven de clase alta que vive durante los años 40 en EEUU. Un verano de vacaciones en Carolina del Sur, conoce el verdadero amor a través de un joven trabajador de fábrica llamado Noah.

El vínculo que hay entre Allie y Noah va mucho más allá de un amor veraniego de adolescentes, y es algo que los padres de ella no comprenden. Les genera miedo e inseguridad y creen que no corresponde que estén unidos, por sus diferencias socio económicas. Así es que tratan de confundirla para que lo deje ir.

La situación que vive Allie puede parecernos familiar, ya que ¿cuántas veces hemos querido algo, en cualquier ámbito de la vida, y alguien, ya sea por cuidarnos o por miedos propios, nos ha dicho que no es conveniente para nosotras? Es responsabilidad de nosotras mismas entender si eso es así o no, más allá de las recomendaciones de terceros. Muchas veces esos terceros pueden darnos malos consejos, sin intenciones crueles, pero para protegernos de errores que tal vez cometieron en el pasado. Sólo nosotras mismas somos dueñas de nuestro destino y de nuestras decisiones.

Nadie tiene el derecho de decidir o manejar nuestro camino. Si cometemos errores, estos nos hacen más sabias. Allie estuvo a punto de elegir un camino que agradaba más a sus padres que a ella misma. Este film nos habla de la importancia de las elecciones, y también de que las pasiones tarde o temprano quedan al descubierto. Ojalá que, como Allie, elijamos lo que nos apasiona más temprano que tarde.