cultura

Constelaciones familiares, por Lau Almeida

28 Dec 2020

A pocos días de cumplir 31, ando muy sensibilizada y lagrimeando dos por tres. No sé si tiene que ver con mi cumple o con el fuerte año que vengo viviendo. Hoy me pasó mucho de extrañar a mi papá, de querer abrazarlo y de ser chiquita de nuevo. En cada palabra que escribo me cuestiono que simbolizará todo lo que siento y cómo lo verían los terapeutas, pero la única verdad es que sale de mi corazón, del amor que tengo por él muy a pesar de lo duro que fue conmigo.

Hace unos días fui a una consulta con una psicóloga gestáltica para comenzar terapia con ella y cuando le conté un poco mi historia me dijo que sentía no había integrado todo lo que me pasó en mi vida y que estaba afín con las constelaciones familiares que dicen que hay que perdonar a los padres, pero que es necesario que tenga presente lo duro que me tocó vivir. Tengo muy claro lo duro que me tocó vivir, pero también tengo claro que no quiero vivir desde la víctima y seguir reprochando porqué mi vida no fue diferente, tuve un padre tal, una madre cual, una familia así. Hoy elijo aceptar, abrazar, honrar, agradecer, soltar. No es fácil; voy pasito a pasito, hasta realmente sentirlo en mi corazón.

A qué se refiere bien la psicóloga gestáltica no lo tengo muy claro y sería un camino nuevo para mí, si decido emprender esta nueva aventura. El otro camino, el que vengo recorriendo es el que te quiero contar hoy (:

¿Qué son las constelaciones familiares?

Las Constelaciones Familiares surgen como una exitosa modalidad de la psicoterapia sistémica y crecen hasta transformarse en una verdadera filosofía, una cosmovisión revolucionaria no sólo del ámbito terapéutico, sino de la vida en todas sus dimensiones. Fueron desarrolladas por Bert Hellinger, filósofo y psicoterapeuta alemán con formación en múltiples disciplinas, entre ellas: Teología, Psicoanálisis, Gestalt, Psicodrama, Terapia Primal, Hipnosis Ericksoniana, Análisis Transaccional y Terapia Sistémica.

El método terapéutico de las Constelaciones, se basa sobre todo en la concepción sistémica del ser humano, que lo considera parte de una trama vincular -familiar, social, cultural, espiritual-, que comienza a tejerse mucho antes del nacimiento. Esa trama condiciona su vida, su forma de ver el mundo y de actuar en él.

“A veces creemos que somos independientes, libres, autónomos y que podemos decidir nuestro destino. Todos estamos unidos con los destinos de los otros, de toda la humanidad. Todas las personas que han tenido que ver con nosotros viven dentro de nosotros.” Bert Hellinger. Cada individuo, como todo ser vivo, lleva en sí la impronta genética, histórica y energética de quienes le antecedieron y le pasaron la vida. Esta información está marcada a fuego en lo más profundo de nuestro ser y en el inconsciente colectivo de nuestro primer grupo de pertenencia: la familia.

Las Constelaciones Familiares permiten un acceso directo, vivencial, a ese campo de información sutil que Hellinger llama el “alma familiar”, trayendo a luz las dinámicas ocultas del sistema y abriendo un camino a la solución de los problemas que provocan sus implicancias, en nuestra vida actual.

La solución consiste en reconocer e integrar a todos aquellos que pertenecen al sistema. Tomar lo que nos fue dado por cada uno de ellos, tal como nos fue dado, empezando por la vida. Y honrarlos, haciendo con lo que recibimos algo bueno para nosotros y las generaciones venideras.

Se trata, en definitiva, de entrar en consonancia con nuestro origen, nuestra realidad y nuestro devenir. En palabras de Hellinger: “reconocer lo que fue, reconocer lo que es y reconocer lo que será”.

El éxito de las Constelaciones Familiares radica en que sus efectos, disparados en apenas unos pocos minutos de sesión terapéutica, operan a un nivel muy profundo, actúan durante meses, incluso años, y alcanzan a todos los miembros del sistema, transformando sus vínculos y sus vidas.

Sin saber todo esto llegué al consultorio de Maca Crapelli, expectante, intrigada y entregada a lo que iba que suceder. Solo tenía la referencia de una alumna que me había pasado el contacto y que su madre estaba fascinada. No había googleado, ni investigado, solo sabía que como estaba viviendo no quería vivir más, que sentía mi vida era un loop y que no podía entender que vivir era dolor, sufrimiento y sacrificio. Como toqué la puerta de Maca, toqué otras puertas y afortunadamente mi “realidad” empezó a cambiar.

Recuerdo contarle un poco mi vida desde pequeña y mi relación con mis padres y mi familia. Estaba enojada, muy enojada, le contaba todo lo que ME habían hecho, los juzgaba y no entendía porqué o para qué había pasado todo lo que había pasado. Maca me escuchaba muy atenta y cuando terminé me dijo: “¿Querés avanzar en tu vida? a lo cual respondí que sí;  entonces perdoná, perdoná a tus padres.” ¡Me enojé tanto! Y le dije: “¡Como si fuera tan fácil!” Por dentro me dije: “¿Y esta? ¿Me viene a decir que los perdone? No entiende todo lo que sufrí, ¿cómo los voy a perdonar?” – “Si querés avanzar en tu vida y mirar para adelante, perdonálos, no los juzgues y honrálos.” Furiosa y preguntándome qué hacía ahí, accedí a situarme de pie en la sala para constelar. Lo que sucedió fue mágico y quedará atesorado en los secretos del Universo.

Terminé la constelación acostada en el piso, emocionada, llorando, con sensación de fiebre en todo mi cuerpo. Me fui a mi casa a descansar, me quedé sin batería y cuando me desperté, tenía llamadas de mi madre y de mi abuela que estaban preocupadas por mi. – “¿Preocupadas por mí? ¡Qué extraño!” Hace tiempo no sentía que se preocuparan por mi. Vivía sola, era independiente, tenía mi empresa, mi casa, mi perro y la sensación de que podía con todo. Ahí recordé algo que me había dicho Maca y era que se iba a re acomodar el lugar que ocupaba en mi familia, que iba a volver a mi lugar de hija. La “realidad” estaba cambiando y me llenaba de esperanzas (:

Seguí durante 1 año constelando una vez por mes de forma individual, luego hice algunas constelaciones familiares grupales, una constelación de útera y combinando esto con el camino indígena y bendiciones de útero, acá me encuentro…..agradecida, orgullosa de haber dado el paso, confiando, emocionada, sorprendida de todo lo que se movió y se sigue moviendo, más agradecida, movilizada, consciente, expectante de lo que se viene.

No fue tarea fácil sentir que cuánto más los perdonaba, más me liberaba y mi corazón se aliviaba. Siento que estoy en el camino, y es un camino de ida que avanza pasito a pasito. Si hay algo que siempre digo es que no sabía que decidirme a sanar la relación con mis padres iba a repercutir en TODOS pero TODOS los aspectos de mi vida. Hay momentos que son muy difíciles, pero ya no se parecen a los momentos difíciles de antes, éstos están llenos de esperanza, confianza y certitud.

“Al perdonar obtengo el perdón, obtengo la libertad.” Gabriel Gabarró
“Honrar a los padres significa tomarlos tales como son, y honrar la vida significa tomarla y amarla tal como es: con el principio y el final, con la salud y la enfermedad, con la inocencia y la culpa.”  Bert Hellinger

Abrazo de luz.