confesiones

Mujeres de Montevideo: Mariana

15 Jun 2017

“Soy venezolana, hace tres años que vivo en Montevideo. Toda mi familia quedó allá, yo me vine con mis dos hijos, tengo uno de quince y otro de cinco. Mateo (el chico) tenía dos años cuando nos vinimos, él ya no tiene mi acento, tiene más facilidad es para aprender las costumbres, fue el que se adaptó a todo más rápido.

Uruguay es un país muy tranquilo y eso aporta para poder tener otros espacios, poder tener tiempo con los chicos, para estudiar, poder dedicarte a otras cosas. Yo vivía en Caracas, que es la capital de Venezuela y, por ahí, en un país con una capital un poco más movida no te da tiempo de poder dedicarte, de repente, a leerte un libro, a hacer una segunda carrera o tener la oportunidad de estudiar algún idioma o algo. La población acá es más chica y por eso también elegí Uruguay, por la tranquilidad. La calidad de vida no viene sólo relacionado con el tema del dinero, lo asocias a la tranquilidad para poder esparcirte.

El clima es muy diferente. Nosotros vivimos en un calorcito de 34 grados sin humedad, acá es diferente. Hay que adaptarse a eso, a la vestimenta, a la forma de comer, ya estoy tomando mate, ya estoy uruguayisada. Hay que buscar la forma de sentir calorcito. Allá hay verduras y frutas todo el año, no hay estaciones marcadas, entonces para alimentarse es mucho más fresco: menos a base de harina y más de verduras y legumbres. No extraño ninguna comida, no es un apego que tenga, no me da nostalgia. En noviembre vino mi mami tres meses, estuvo todo el tiempo que podía estar de vacaciones. La traje en verano justo para ver si la enganchaba y la enamoraba de Uruguay para que se quisiera venir con nosotros.”