“Para mí una madre es una persona que siempre está. Siempre que tus hijos te necesitan hay que estar: ya sea para despertarlos en la mañana para ir a la escuela, hacerles el desayuno o acompañarlos cuando les duele una muela.

Cuando fui mamá sentí que ya no vivía sólo para mí. A partir de ese momento tuve personas que dependían de mí y eso cambia totalmente la forma de tomar decisiones. Cada decisión la tomaba pensando en mí y alguien más. Creo que ser madre es algo que fluye, porque llegado el momento siempre sabés qué hacer, encontrás la palabra justa y tu hombro siempre está disponible para tus hijos.

Sin dudas lo que más disfruto de ser mamá es la complicidad. Disfruto de ser la amiga que siempre está para mis hijos y de ser cómplice de ellos en todas las cosas, ¡pequeñas y grandes!”