“El momento más feliz de mi vida fue cuando tuve a mis bebés, ¡fue hermoso! Tengo dos varones y cuando los vi por primera vez sentí una emoción enorme. Cuando nació mi hijo mayor recuerdo que al hablarle él buscaba mi voz con la mirada, nunca me voy a olvidar.

Siento mucho orgullo de ser mamá. Cuando tenés un hijo cambian muchas cosas a nivel de pareja, del manejo del hogar y demás. Uno asume el compromiso de estar ahí y atenderlos, pero yo no lo sentí como un trabajo porque los adoro. Si hay algo que sé con certeza es que hasta el último día de mi vida los voy a amar.

Hace un poco estuve muy delicada de salud y sentí muchísimo apoyo de mi familia: mi esposo, mis hijos y mi madre. Tengo la suerte de poder decir que la familia siempre está y es algo que agradezco profundamente.

También agradezco que siempre fui, y lo soy hasta hoy, muy compañera con mi mamá y tenemos una unión muy fuerte. Ella es una persona muy divertida. Nos encantaba bailar juntas: nos abrazábamos, hacíamos rondas, ¡de todo!”