Mirando mundos es un proyecto que nació hace un año en Ciudad Vieja para ofrecerle a los visitantes del barrio un lugar para salir a comer por la noche. Txepi Ruiz, su directora y chef venezolana, cuando llegó a Uruguay en 2010 notó que al casco histórico de Montevideo le faltaba vida. Así es que desde la inauguración del restaurante hasta el día de hoy viene conquistando a todos los peatones de la calle Sarandí con su carisma caribeño y recetas deliciosas.

La galería turística le hace honor a su propio nombre, desde la decoración, hasta la propuesta gastronómica. La carta incluye menús internacionales y las artesanías que expone a la venta son latinoamericanas. El nombre también cobra sentido cuando Txepi cuenta que es planificadora turística y que aprendió a cocinar platos de diferentes países gracias a su pasión por los viajes. “Mi comida no es gourmet, es bien caserita”, aclara.

El salón principal es lo primero que llama la atención, por sus murales coloridos pintados por la chef junto al artista uruguayo William Vivas. Según Txepi, el diseño con balcones y flores es una mezcla de ficción y realidad, porque representa a las calles de Cartagena -ciudad en la que vivió por muchos años-, y dan la sensación de estar comiendo en una plaza.

Al fondo, Mirando mundos ofrece tres restaurantes con sus cocinas a la vista y una gran variedad gastronómica. En “La espiga de trigo” se pueden degustar platos locales realizados principalmente con harina, como panes, pizzas y tartas. En “Pescador de perlas” el menú está realizado con frutos del mar. Y en “Piemonte”, la comida italiana es la protagonista.

La propuesta cultural hará que Mirando mundos sea uno de tus lugares preferidos de Ciudad Vieja, pero sobre todo será su comida realizada con mucho amor, color y sazón la que te hará volver. Si continuamos caminando llegamos a un patio con el escenario “La divina comedia”, donde por las noches se presentan shows musicales, obras teatrales y stand ups.

“El arte y la gastronomía nos caracterizan. Desde un inicio la idea es compartir con la gente parte de la cultura de los pueblos que he visitado y que ellos me cuenten sus experiencias para conocer otras partes del mundo a las que no he ido”, explicó Txepi mientras terminaba de cocinar pique a lo macho, la especialidad del restaurante.