confesiones
Recetas con historia: Lala y sus galletitas de manteca
16 Dec 2016
“Cocinando con amor”, así se llama el programa de TV gastronómico que “conduje” a los 15 años de edad. “La Gordi” (mi mamá) era la chef estrella a la que entrevistaba mientras preparaba el almuerzo, la merienda o la cena. Mi novio, en ese entonces, era su mejor asistente (por no decir alcahuete) al que me gustaba distraer con besos para robarle trozos de mozzarella. “La próxima vez te corto los dedos”, sí, mamá siempre me descubría.
Un día me tomé muy en serio el rol de conductora, necesitaba que la audiencia imaginaria cobrara vida. Sonó el teléfono y corrí a atenderlo: “Buenas tardes se ha comunicado con la producción de ‘Cocinando con amor’, ¿con qué lo puedo ayudar?”. Colgaron inmediatamente, luego de pedir “disculpas, disqué número equivocado”.
Así fue que hice por primera vez galletitas de manteca: en la cocina de mamá, entre risas y con el ingrediente principal, el AMOR.
La segunda vez, pero como si fuera la primera, las galletitas salieron de la cocina de la Gordi a pasear en bicicleta con un vasco que las comía camino a la universidad. “Te quedaron muy sosas”, me dijo, “perfectas para comer con dulce de leche”, aclaró. Llené un frasco con corazones y otro con estrellas para él y el amigo que lo acompañó en su intercambio en Uruguay.
Ya tenía pensados varios discursos para no resultar tan cursi, porque nos habíamos conocido hace muy pocos días: “Es que son los únicos moldes que tengo”; “se aprovecha más la masa si uso el molde con forma de corazón”; “es que…”. Pero me ahorré la explicación cuando escuché: “Que chulos los corazones, ese frasco es sólo para mí, no lo comparto con nadie”. Y de pronto recordé que “tengo otros moldes, flores, lunas, triángulos… Cuando quieras hago más”, je.
La tercera vez, pero como si fuera la primera, dejé el cielo sin estrellas, las guardé todas en un gran tupper. De la cocina de mamá, fueron a ver una puesta de sol en la Plaza Virgilio, uno de mis lugares favoritos en Montevideo. Estaba tan ilusionada que ni pensé que la decoración con chocolate cobertura podría ser afectada por el calor que hizo esa tarde, tal vez la más calurosa de octubre. ¡Ah! Tampoco pensé en llevar servilletas, y así un amor de verano me tomó la mano dulce, pegajosa.
Las galletitas de manteca… Esas que me llevan una mañana completa hacerlas y decorarlas, para que sean devoradas en pocos minutos. Esas que a papá le despiertan celos: “Claro, a nosotros nos dejás las deformes y quemadas”, también las que se quiebran porque la ansiedad me supera y las retiro de la asadera antes de que se enfríen. Esas que muy pocos han probado y que les dicen lo mucho que los quiero. Esas que me susurran: “vamos por la cuarta, como si fuera la primera”.
Receta Galletitas de manteca:
Horno: 370°F (190°C) 10 minutos
Cantidad: 4 docenas
Batir:
½ taza manteca
½ taza azúcar
Añadir y batir:
1 huevo
1 Cda. leche
½ cta. vainilla
Cernir y agregar en dos porciones:
2 tazas más 2 Cdas. harina cernida
1 cta. polvo de hornear
¼ cta. sal
Añadir si se desea:
¼ taza nueces picadas o canela
Trabajar hasta que la masa se una. Estirar sobre tabla enharinada hasta 1/2 cm de espesor. Cortar con moldes. Decorar con azúcar de color, chocolate, o grajeas. Hornear.