¿Por qué a veces sentimos que los encuentros íntimos de la pareja aparecen como una imposición en el calendario? Cuando estamos en pareja, es posible que haya fechas en las que sentimos una presión extra para tener sexo. En estas fechas, es muy común pensar que si no lo hacemos ese día, es una señal de que algo raro pasa en la pareja. Pero el hecho de sentirnos “presionadas”, borra lo erotizante, ¿o no?

 

Por ejemplo, el aniversario: puede que salgamos a cenar para tener una noche romántica pero, una vez terminada la cena, empieza la sensación de que hay que volver a casa y tener sexo, porque si el único recuerdo que queda de esa noche es lo rico que estaba lo que comimos, no alcanza.

 

También puede darse en San Valentín, porque si en ese día no tenemos ningún plan especial para hacer juntos, puede ser que venga a nuestra cabeza que está fallando algo en la pareja, ¿qué mejor excusa que el día de los enamorados para “celebrar” el amor?

 

La noche de bodas: sin duda, casarse es uno de los momentos más románticos. Ese día en el que juramos amor eterno… Pero ni siquiera eso puede contra lo obvio, ¡casi no hay registros de parejas recién casadas que hayan hecho el amor esa noche! El cansancio gana y con suerte las mujeres llegamos a sacarnos el maquillaje.

 

¿Y qué pasa cuando logramos estar solos una noche? Si somos madres y nuestros hijos se quedaron a dormir en algún otro lado, otra vez, empieza la sensación de que hay que aprovechar el momento, porque si no es ese día, ¡¿cuándo va a ser?!

 

Todas estas fechas nos presionan. Es cierto también que a veces nos da pereza y buscamos excusas para no tener sexo. Puede ser que todo esto nos resulte un poco frustrante, pero no, tenemos que ser pacientes y entender que probablemente la respuesta sea dejar de programar tanto y dejarse sorprender por lo casual.