“En este momento estoy disfrutando del simple hecho de vivir. Hace un tiempo cambié mi estilo de vida totalmente y ahora puedo decir que vivo de lo que amo, estudio lo que me gusta, y no me falta nada. Antes, como no me encontraba a mí misma ni lo que me gustaba hacer, nada tenía mucho sentido. Ahora siento que hay un objetivo claro en mi vida y por suerte tengo varios proyectos y metas. En este momento hago joyería, trabajo con cuero, y estoy conociendo cada vez más gente a través de la Escuela de Artes y Artesanías de la UTU, que es un lugar mágico y maravilloso. Es un espacio muy rico porque intercambiás con gente de todas las edades que llegó ahí por distintos motivos.

Antes estudié Administración de Empresas y tengo el título de adorno en casa porque no me entusiasma mucho. Un día mi hermana quiso ir a ver los cursos de la UTU y la acompañé. ¡Y en seguida me anoté!

Nosotras volvimos a vivir en Uruguay hace cuatro años. Estuvimos muchísimo tiempo esperando poder volver, porque nos fuimos de chicas con nuestros padres por la crisis del 2002 y tuvimos que aceptar que había que estar allá. Vivimos mucho tiempo en el norte de España y volver acá nos hizo muy felices. Acá la calidez de la gente es otra y puedo decir que tengo muchos amigos con todas las letras. Montevideo es chiquito pero tiene tanto para dar que es impresionante: tambores, el candombe, la calidez de la gente, la música, el teatro, ¡todo!

Nuestro lema con mi hermana es ‘prefiero el salto que esperar’. Creo que cuando uno da esos saltos grandes como mudarse de país es muy importante no pensarlo demasiado, ¡si lo querés hacer lo vas a poder hacer! Obviamente te vas a encontrar con obstáculos, pero si luchás, sos constante y le ponés la mejor actitud se logra.”

 

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