Por Lala Antúnez

“Voy a hacer dos platos que me permitieron enamorarme por segunda vez, después de ser una mujer viuda y con dos hijos”, así empezó Txepi a contar la historia de las recetas que conquistaron su corazón.

Primero realizó un plato boliviano llamado Pique a lo Macho que, por su combinación de sabores, se convirtió en el plato estrella de su restaurante “Mirando mundos”. Mientras lo preparaba aclaró que es venezolana de nacionalidad, pero ciudadana del mundo. Así, en contacto con otras culturas y de forma autodidacta, aprendió a cocinar varios platos de diferentes países. Su pasión por los viajes fue la causa de que hoy sea planificadora y desarrolladora turística, profesión a través de la que conoció a su marido Kurt Wille, un “alemán nacido en Bolivia”, o como a ella le gusta decirle con humor, su “segunda oportunidad”.

Hace 18 años Txepi fue a Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) por un período corto de tiempo a trabajar en una agencia operadora de turismo. Kurt era uno de sus clientes más fieles, lo veía en todos los tours planificados por ella. “Este hombre me insistió para que lo mirara por un mes. Me lo encontraba siempre porque, para verme, compró varios pasajes en la empresa que yo trabajaba, aunque de sus intenciones me enteré después, pero no tenía mucha chance porque yo era viuda, con dos hijos a los que asegurarle el futuro y con mucho trabajo. No tenía tiempo para el amor”, recordó emocionada.

Entre risas siguió relatando la historia que hay detrás del Pique a lo Macho. Explicó que es un plato muy sencillo y rápido de preparar: “Mi marido me invitó a su casa a cenar, porque quería cocinar para mí. Como ya me tenía fastidiada y no me gusta dejar a la gente triste, acepté. Yo tenía que tomar un vuelo a las 12 de la noche para volver a Venezuela, entonces lo preparó muy rápido. Mientras conversábamos el plato iba quedando pronto para que lo probara y, haciendo alusión a eso, me dijo ‘la vida es muy corta, hay que aprovechar cada momento’”.

Después de probar el plato, Kurt le preguntó si le daba una oportunidad y ella le respondió que sí, pero sólo hasta la hora que saliera su vuelo. Entonces le dijo “quiero regalarte algo, después te vas” y le entregó una botella de su whisky preferido. “Me quedé fría, porque nadie lo sabía, excepto mis hijos. Eso significa que habló con ellos cuando participaba en los viajes de la agencia. Me dijo ‘sé que te gusta y que lo tomás cuando estás triste, pero a partir de hoy este whisky te hará recordar cosas lindas’. Ahí se me doblegó un poquito la piedra que tenía en el corazón”, confesó con lágrimas en los ojos. Luego, Kurt se fue por unos minutos y comenzó a sentir la flauta dulce de Mozart. Sus hijos también le habían dicho que le gustaba esa música. “Entonces nos pusimos a hablar de nuestras vidas y se fue el avión, pero llegó él. Aunque después me dolió un poco porque perdí mucha plata”, contó Txepi entre risas.

A continuación, preparó Espaguetis al Cartoccio, un plato muy importante para ella porque vuelve a hablar del corazón y es una receta que muestra la relación que tiene con su marido: “Es muy sensual. Imagínenos a los dos en la cocina, no nos tratamos como si sólo fuéramos conocidos. No le digo simplemente ‘pasame la mantequilla’, la voy a buscar, y por el camino le doy un beso. Obviamente que no somos tan demostrativos si estamos adelante del público, pero nos amamos cuando lo hacemos”.

Aunque para Txepi la cocina es un complemento y no su profesión principal, el restaurante “Mirando mundos”, que inauguró hace un año en Ciudad Vieja, le permite continuar practicando algo que le apasiona. Así que hoy se siente orgullosa de compartir su vida al lado de un hombre que también es amante de la cocina: “Creo que la vida es un riesgo. Mi segunda oportunidad fue un riesgo y acá estoy, me siento realizada. Además, quedó comprobado que por el estómago se puede conquistar a alguien. No sé si cocinamos bien, pero lo hacemos con amor”.

Receta de Pique a lo Macho
(Variación de plato boliviano al estilo Txepi-Kurt)

Ingredientes (para dos personas):

300 gramos de carne de res
Salchicha (a gusto)
1 ½ taza grande de papas fritas (no tan delgadas)
Morrón amarillo, verde y rojo (un puñado de cada color)
Cebolla, preferiblemente morada, en forma de juliana (medio puñado)
Mostaza, aceto balsámico, aceite de oliva, comino (a gusto)
Unas cuantas gotitas de ají bien picante (Txepi usa chile como opción de picantes embotellados).

Preparación:

Poner a freír las papas mientras se corta la carne en pedacitos de dos a tres centímetros. Por separado, cortar los morrones en cuadritos de un centímetro, y la cebolla en juliana.
Pasar tres minutos la carne cortada por la plancha.
Cuando estén freídas las papas colocarlas en un bol y añadir la carne, los morrones y la cebolla.
Darle sabor añadiendo mostaza, aceto balsámico, comino y ají en pedacitos o gotas. Mover con dos cucharas rápidamente evitando cortar las papas y probarlas de cuando en cuando, veremos una explosión de colores y aromas acompañado de una reacción química casi sensual.
Emplatar, colocar dos lonjitas de huevos duros en la cúspide y tenedor para dos.

 

Espaguetis al Cartoccio

Ingredientes (para dos personas):

Espaguetis o tagliatelles
Morrones de tres colores
Cebolla
Zapallito
Zuccini
Berenjena
Queso Mozarella
Mantequilla o aceite de oliva
Sal a gusto.
Orégano

Preparación:
Cocinar por cinco a seis minutos los espaguetis o tagliatelles. Mientras, colocar en una sartén una cuchara de mantequilla a fuego lento e ir poniendo los pimentones, la cebolla, la berenjena y demás ingredientes y mover con una cuchara de madera. Las verduras cortarlas en cubos. La idea no es preparar una salsa, sino que verduras salteadas.
Cocidos los espaguetis o tagliatelles colocarlos en la sartén con las verduras y mezclarlos, luego colocar un pedazo de papel estañado o aluminio en la mesa, verter la mezcla de los espaguetis en el centro del aluminio, colocarle queso mozzarella y orégano.
Envolver como regalo y llevar al horno bien caliente por unos 3 a 4 minutos.
Sacar y emplatar sin quitar del papel.