soy mamá
La difícil tarea de marcar límites a los niños
17 Sep 2020
Imponer límites a los niños es una tarea dura pero, al hacerlo, los ayudamos a crecer con más seguridad y autoconfianza. Cuando el “no” es dicho afecto, es una forma de demostrarles que alguien se preocupa por ellos. En este sentido, es importante que entiendan que después de todo “no” hay un “sí”. Por ejemplo, cuando les decimos a los chicos que no queremos que toquen el enchufe es porque sí queremos cuidarlos. Es muy importante que ellos entiendan que el “no” tiene una razón de ser y no es un capricho.
Cuando los niños crecen aprendiendo a aceptar las respuestas negativas que pueden tener sus acciones tiene grandes beneficios para su desarrollo emocional.
Los límites son clave para enseñar a los niños a convivir en armonía con el resto de las personas que los rodean, por ejemplo: evitando que lastimen a los demás, fomentando el respeto hacia los mayores, enseñando a compartir con sus pares, etc. Definir ciertos límites también es clave para que los niños aprendan cómo controlar las emociones, y entiendan que hay un otro, que es libre e independiente de sus propios deseos.
Cuando los límites se les enseñan a los niños desde pequeños, se los ayuda a encontrar un marco de referencia dentro del cual crecer y, a la larga, ellos también se sienten bien consigo mismos al moverse dentro de esos límites aprendidos.
Si bien los límites van cambiando en relación a la edad, es cierto que a medida que el niño crece, podrá ir haciendo más o menos cosas en base a su desarrollo y aprendizaje, por lo que los padres deberán aceptar que poco a poco se vayan independizando y creando sus propios límites. Nuestro rol como padres es acompañar este crecimiento brindando seguridad, amor y confianza.