Yaela abrió las puertas de Buena Costumbre a las ocho de la mañana para poner el matambre en el horno. Fue lo primero que hizo porque es un plato que requiere de mucha paciencia, la cual heredó de su mamá Adriana. Reiteradas veces dejó en claro que no logra que le quede tan bien como a ella, es que Adriana “igual se levanta a las cinco de la mañana para dejarlo cocinar por más de seis horas, entonces le queda como una manteca que puede cortar con el tenedor”.

¿Pero qué es lo que convierte a este matambre en único y especial? No lo podremos saber. ¡Es un secreto familiar! Yaela sólo reveló que su mamá, cuando tenía ocho años, se acercó muy curiosa a un cocinero de un restaurante al que iba con su familia cuando estaba de vacaciones en San Carlos. Acostumbraban a comer matambre a la leche y ella le preguntó cómo lo hacía. Luego, fue Adriana que les enseñó a cocinarlo a sus cinco hermanas, a Yaela y a su otra hija. Recuerda que cuando eran pequeñas la ayudaban a prepararlo y cronometrar el tiempo: “Mi mamá no tiene recetas, transmite todo a través de la experiencia. Nunca te va a poder pasar una por teléfono, para aprenderla la tenés que hacer con ella”. También contó que el matambre es sinónimo de fiesta para su familia: “A mi padre le fascina, entonces mamá se lo hace para su cumpleaños y también para los nuestros, porque le gusta preparar comida elaborada y no solo servir pizza, sándwiches o papas chips”.

La cocina, en la casa de Yaela, siempre tuvo protagonismo. Su historia relacionada al arte culinario empezó desde que era una niña. Su abuela Lita (90 años), mamá de Adriana, les cocina delicioso a sus nietas e hijas todos los domingos. Es por eso que sus cinco tías también son unas aficionadas a la cocina. Ninguna es chef como Yaela, ni tienen su propio restaurante, pero aman cocinar, investigar, leer libros de recetas y utilizar productos frescos, de estación y recién sacados de la tierra. “Incluso, influyó que mi abuela sea vasca y mi abuelo tano. Hasta él cocinaba riquísimo. Me acuerdo que cuando era chica me hacía unos sándwiches de carne cruda, que ahora se sirven como un plato sofisticado”, añadió emocionada.

El matambre a la leche que ven en las fotos fue hecho especialmente para Ferpectas. Yaela nunca lo había servido en Buena Costumbre por su extenso proceso de elaboración. Entonces aprovechó esta oportunidad para cocinarlo y agasajar a sus comensales a la hora del almuerzo. Los afortunados de probar esta receta con historia y secretos quedaron encantados y lo acompañaron con un puré de papas casero, porque con arroz pilaf sólo lo sirve Adriana. Pero insistimos,  ¿cuál es el secreto? “No lo puedo contar, ¡mi mamá me mata!”, dijo entre risas.

Receta Matambre a la Leche

Ingredientes (para 4 porciones)

1k de matambre
1,5 lts. de leche
5 huevos
200g de queso parmesano
1 cdta de Royal
Sal y pimienta a gusto

 

Procedimiento:

1- Cortar el matambre en rectángulos de aproximadamente 12 x 9 cm.
2- Ponerlos en una asadera profunda y sumergirlos en 1 litro de leche.
3- Espolvorear el royal sobre la leche del matambre sumergido.
4- Llevarlo a un horno de 140 ºC por aproximadamente cuatro horas e ir agregando el 1/2 litro de leche restante. Es importante que el matambre este siempre sumergido.
5- Al final de la cocción batir juntos los huevos y el queso parmesano para luego ponerlos por arriba del matambre.
6- Dejar cocinar hasta que cuaje y gratine.

 

¡Gracias por compartir con nosotras, Yaela!