“Cuando lo tuve a el fue el momento más feliz de mi vida. Fue una mezcla de tantos sentimientos… lloraba, me reía y sentía felicidad e incertidumbre de todo lo que se venía al ser mamá por primera vez. Cuando lo sostuve por primera vez fue una experiencia única. Estás tanto tiempo deseando que llegue ese momento, deseando que llegue ese encuentro…

Y nadie viene con un manual abajo del brazo, pero en el día a día vas aprendiendo. Y ellos también te enseñan muchas cosas.

Él tiene 17 meses y hace unas semanas estaba tomando yogurt y lo volcó en el piso. Y fue a la cocina, trajo una servilleta y limpió el piso. Quedé asombrada. Pensé ‘bueno, lo hizo sin querer’, pero no, ahora cada vez que vuelca algo busca algo para limpiarlo. Y eso me llena de orgullo. Es increíble que de tan chiquito ya adquiera los hábitos que uno le transmite. Como madre de un varón, para mí es muy importante transmitirle el respeto a la mujer. Es muy básico. Hoy en día ya se están perdiendo muchos valores y para mí es fundamental que él se valore y sepa valorar a los demás.

Yo soy madre soltera y se complica mucho el tema laboral. Ahora por suerte estoy cuidando a unas niñas  y lo hago en casa. Porque hoy en día no tengo a quién me lo cuide y recién puede ir a un jardín público a partir de los dos años. Antes de eso solamente puede ir a los privados y son muy caros. Me es imposible mantener una casa y pagar un jardín privado.

Desde que lo tengo a él yo pasé a un segundo plano, pero cuando él se va con su papá -fin de semana por medio- me regalo espacios para mí. Con su papá nos separamos cuando yo estaba embarazada, aunque el primer mes lo compartimos juntos con él. Durante el embarazo uno no tiene tanta conciencia de todo lo que se viene, pero no iba a seguir en una relación para que no se me compliquen las cosas a mí. Fue una situación difícil pero uno saca las fuerzas de donde sea para ellos.

Solo verlo, desde que se despierta hasta que se duerme, observar como aprende, juega… todo me da una alegría inmensa. ¡Cuando se duerme yo lo sigo mirando por horas!

Ser madre te cambia totalmente, en todo sentido. Dejás de vivir para vos y pasás a vivir para él. Pasás a un segundo plano y es lo más hermoso que te puede pasar. Siempre digo que lo mejor que le puede pasar a una mujer es ser madre.

Yo no soy la primera ni voy a ser la última madre soltera y creo que es importante ser fuerte y buscarle la vuelta. ¡Siempre hay una salida! No hay que bajar los brazos y hacer todo por ellos. Creo que sería muy bueno que haya un apoyo psicológico de profesionales que se puedan unir a un grupo de madres solteras. No es fácil y hay muchos momentos que te angustian en los que sentís que no salís más. Pero sería genial que nos pudiéramos unir y ayudarnos mutuamente.”