La historia se ubica a principios del siglo XX en Kenia, en ese entonces una colonia africana de Inglaterra. Karen, baronesa de matrimonio arreglado, llega junto a su esposo para explotar las plantaciones de café en la zona. Aunque es una mujer instruida, desconoce cuánto le dolerá enamorarse de Denys, un aventurero libre y encantador.

“Denys me había dado una brújula, para seguir el rumbo, pero comprendí que navegábamos con rumbos distintos”

Se dice que el amor rompe con todas las estructuras y nos cambia para siempre. La película nos muestra una historia romántica entre dos personas con puntos de vista sobre la vida y el amor muy diferentes. Dentro de una Kenia de contexto crítico por racismo y pobreza, fluye entre Karen y Denys una unión y una confianza tal que ninguno de los dos entiende cómo es posible pero que los lleva a desarrollar una relación. La brújula es una metáfora para saber cuál es el rumbo. Esa relación de amor es parte del camino de sus vidas, un camino que es como un rumbo que se elige todo el tiempo y que en cualquier momento podría cambiar.

“Las despedidas producen una extraña sensación, los hombres se van para poner a prueba su valor y se pone a prueba nuestra paciencia al prescindir de ellos”

La película está basada en el libro que una mujer escribió sobre los hechos reales de su propia vida, sobre un amor vivido en África alguna vez, su primer y único amor, el que le regaló caricias, aprendizajes y que también le costó muchas lágrimas pero del que pudo reubicar en su corazón y seguir adelante para recordarlo y compartirlo por siempre a través de esta historia.

Memorias de África, 1985.