Cuando de turismo interno y de aventura se trata, tenemos mucho más de lo que pensamos en nuestro país. Villa Serrana es uno de esos puntos dignos de descubrir, un poblado de noventa habitantes ubicado entre dos valles con una tranquilidad inigualable.

Es parte del departamento de Lavalleja, muy cercano a Minas. Fue creada como un lugar de retiro, para descansar del ajetreo urbano. Sus calles tienen nombres de árboles y su flora goza de una riqueza de colores increíble. Para los amantes de las caminatas en la naturaleza, este lugar es ideal.

El clima que se vive y el aire que se respira son caricias para el alma del turista que se da cuenta que llegó cuando el paisaje se transforma en sierras onduladas, mucha piedra, vegetación variada y fauna autóctona.

Dentro de Villa Serrana se encuentra el Parque del Penitente, donde hay una piscina de agua natural mineral para observar y beber en invierno y bañarse en verano. Además, con familia o amigos, se puede alquilar caballos o bicicletas y pasear entre los senderos. Para los más aventureros, hay tirolesa y escaladas.

El Ventorrillo de la Buena Vista, ubicado en una altura en medio del pueblo, fusiona una vista increíble del paisaje con la gastronomía nacional y es muy recomendable comer ahí.

También hay otras actividades, como recorrer las grutas en el cerro Arequita, andar por la zona de la Laguna de los cuervos y hospedarse en un camping municipal cercano. Siempre es importante llevar una botella de agua, que se puede rellenar allí mismo, zapatillas deportivas y un sombrero.

Por último, si aún hay energías, se puede ir hasta la reserva natural Salus, donde hay un bosque y muchos animales para conocer, entre ellos el puma que, según la leyenda, fue la especie que descubrió el manantial puro de nuestra agua mineral.