cultura
Mujeres de película: Celine
22 Jun 2019
Celine conoce a Jesse en un tren de Budapest a Viena. La joven francesa y el chico estadounidense sienten una conexión especial y deciden cambiar el rumbo de sus viajes para compartir juntos las últimas horas del día.
“Qué tal si te bajas del tren conmigo y nos vamos juntos a explorar Viena”
Algo que para muchos puede no tener sentido, para Jesse sí lo tuvo. Él se siente apasionado ante la presencia de Celine y por eso deja de lado la inseguridad y le hace una invitación a su gusto. Por su parte, ella también decide arriesgarse y descubrir mejor a Jesse, porque su intuición así se lo indica. En este momento de la película, se abre un interrogante: ¿Por qué aferrarse a los planes?
Celine y Jesse comen, ríen y se conocen en profundidad y disfrutan el momento, aunque saben que el tiempo es limitado y que cada uno tendrá que seguir su camino al finalizar al noche.
“Por la mañana seremos historia”
Mientras que la luz del día refleja la razón, la noche es sinónimo de la pasión. Celine y el joven recorren la capital de Austria en la noche y en ese contexto sus charlas se desarrollan con entusiasmo. Una de las reflexiones principales como espectadoras es que la vida es una sucesión de momentos de los que se genera una historia constante. El tiempo es la vida misma, por eso cada instante tiene valor. Para Celine, pasar ese rato con Jesse es una manera de decirle a la vida que sí se puede disfrutar, y que sí se puede dejar un plan de lado para abrirse a la belleza que es la espontaneidad de la vida. No somos robots programados y la película nos demuestra en parte que a veces lo más valioso es ese tipo de momento no pensado, que compartimos con aquellos extraños que dejan de serlo cuando abrimos el corazón.
Antes del amanecer, 1995.