“Siempre cociné tortas, postres y galletitas junto a mi hermana y mi madre, como un extra a nuestros trabajos. En 2017 me despidieron de mi trabajo de oficina de casi nueve horas.  Yo había sido madre hacía muy poco y se me presentó la oportunidad de hacer algo que me hiciera feliz y además me diera plata. Tenía ahorros y entre planes que no llegaron a mayores, apareció en alquiler el local donde estamos ahora, que antiguamente ya era un salón de té, y desde que entramos sentimos que era perfecto.

Hoy trabajo junto a mi hermana en Sweetie, ella es mi socia. Creo que tener un socio es difícil y a su vez fundamental. La clave está en intentar hacer lo posible para que esa pasión que te lleva a unirte al principio se mantenga con el paso del tiempo y la aparición de problemas. Respetarse, saberse diferentes y reconocer el talento de la otra es fundamental. En nuestro caso está clarísimo qué rol ocupa cada una dentro de la empresa. Se dio naturalmente porque tenemos la ventaja de ser hermanas, jamás podremos pelearnos para siempre. Creo además que es importante aportar algo de creatividad en cada receta, agregarle un poquito de esto y de lo otro e ir probando.

Empezamos hace un año y un par de meses, aun tenemos mucho que aprender pero nos gustaría ser muy conocidas y referentes. No soñamos con más sucursales, sino con explotar al máximo esta que ya tenemos. Amamos los eventos, descubrimos un nicho con los baby showers y queremos ir por ese lado. También nos gustaría que nuestras clientas algún día se sienten a tomar el te en el jardín de una casona hermosa, rodeadas de verde y flores.

Recuerdo con mucho cariño la inexperiencia del principio, ya que el día que abrimos finalmente al público, le dimos libre a la moza porque pensamos que no iba a ir nadie. Al barista le dijimos que viniera más tarde de la hora de apertura. Apenas abrimos la puerta entró una señora a pedir un café y ese día se llenó y tuvimos que acudir a nuestros maridos para que ayudasen. También recuerdo que hicimos un evento por el día de la madre y justo ese día se enfermaron los chicos que trabajaban con nosotras; son desafíos, creo que todo es aprendizaje y seguro habrá mucho más”.