Por suerte cuando uno teje la mente queda en pausa. Al tener la atención en el movimiento de las agujas, en el momento presente, la “mente del mono”, que salta de un pensamiento al otro, se aquieta.
De algún modo, el mundo exterior desaparece y así nos relajamos en un ritmo placentero lleno de paz, calma & alegría….

La práctica requiere ritmo, agilidad mental y a su vez exige que nuestras manos estén activas en todo momento.
Tejer es hoy un fenómeno social que muchos nombran ya como “lanoterapia”. Tejer es un ejercicio con innumerables beneficios para la salud y, a su vez, altamente recomendable para cualquier colectivo; grandes, pequeños, jóvenes, mayores, hombres, mujeres, niños.

Tejer nos hace ejercitar los 2 hemisferios del cerebro. El simple acto de pasar los puntos por una aguja y luego por la otra, mejora enormemente nuestra coordinación cerebral. La destreza mental irá potenciando aún más dicho ritmo y dicha coordinación. Aunque nos sorprenda, tejer es realmente terapéutico para cualquier persona que, por ejemplo, tenga un problema motriz. Incluso está comprobado que niños con problemas psíquicos encuentran mejoría tejiendo.

El ejercicio de tejer nos obliga a tener las manos en movimiento y a evitar que se queden agarrotadas o rígidas, ejercitando constantemente nuestra motricidad. Vale la pena practicar este sano ejercicio, al menos, durante una hora al día. De ese modo, para los que padecen artritis, por ejemplo, puede llegar a suavizarse.
En el caso de los niños, está probado que tejer mejora su motricidad fina, les ayuda además a mejorar la escritura y a ser más hábiles.

La práctica de tejer nos hace entrar en contacto con la voz de nuestro corazón. Y no es casualidad que el resultado sea la creación de piezas hermosas, ¡cálidas & llenas de amor!

¿Quién se suma a nuestras clases de tejido? Tenemos varios horarios y estamos en un punto muy cómodo de la ciudad, así que no hay excusas (: https://www.facebook.com/holacorazondelsur/