Amelie es una  joven solitaria, tímida y muy observadora de su entorno. Su dilema es que es feliz y busca hacer feliz a los demás pero ellos no la entienden y puede deberse a su tipo de psicología.

La película nos muestra muchos colores intensos todo el tiempo, es la visión que tiene Amelie de las cosas. A través de las imágenes y los sonidos se retrata la mirada de una chica que pasa desapercibida pero que siente todo de manera muy profunda.

Ella es un reflejo de un alma pura que se interesa por el bienestar de las personas. Recibe burlas y críticas por sus actos, pero siempre los realiza con buenas intenciones.

Una cualidad de Amelie es que es feliz sola, algo que muchas mujeres no aprendemos a ser. Ella recibe placer en las pequeñas sensaciones, momentos y detalles. No necesita a alguien al lado para estar bien. Y eso no quiere decir que no lo busque.

Cabe destacar la virtuosa personalidad de Amelie, que puede hacernos reflexionar sobre cómo actuamos nosotras a la hora de ir por la calle, hacer un pedido de supermercado, cruzarnos con una persona discapacitada, e interactuar con nuestros colegas y familiares. A veces la bondad e inocencia se van perdiendo mediante vamos creciendo y ya no confiamos en los demás. Amelie es feliz porque confía, ama y piensa bien de las personas y disfruta de su soledad, hasta que el amor la sorprende feliz, completa y no hecha pedazos.