cultura
Hotel, lugares y experiencias, por None Fossati
28 Dec 2017
Los hoteles son espacios que pueden vivirse de múltiples maneras. El diseño y las decisiones sobre su funcionamiento pueden transformarlos en lugares que queden impregnados en el recuerdo o, simplemente, sitios de paso donde pernoctar y seguir el viaje. Para que sea un lugar diferenciado, con personalidad, que no se asemeje a ningún otro, este proyecto se afirmó en un concepto, la interacción.
La meta en estos casos es generar espacios consecuentes con su ubicación, con el público que allí se aloja, con el perfil estético y la impronta que sus propietarios aspiran a darle. Al mismo tiempo es necesario atender a las tendencias de la época, de manera que la decoración los convierta en espacios identificables, con estilo.
A principios del milenio, algunos diseñadores marcaban la agenda a través de revistas o libros, pero hoy en día, fruto de las redes sociales y la globalización de los contenidos, son más bien determinados lugares los que se vuelven referentes claros, e incluso los propios usuarios que pasan por allí y comparten fotos y comentarios sobre su experiencia. Ciudades como Nueva York, Londres o Melbourne son escenarios enteros para el mejor despliegue de las tendencias, y los diseños se dan a conocer como reguero de pólvora en las redes, no solo por sus autores, sino por cualquiera que tenga acceso a ellos.
Entonces, cuando se trata de delinear el carácter de un hotel, la premisa es crear no solo un espacio sino también una experiencia. En este sentido, un concepto que se impuso primero en las ciudades más cosmopolitas, y más tarde derramó al resto del mundo, es el de la mesa compartida. Tanto en hoteles como en restaurantes y bares. De a poco, más rápido o despacio según el lugar, se ha ido instalando la idea de comer en la misma mesa con desconocidos. Esto es todavía más interesante en ámbitos de viaje, porque se implican intercambios entre personas de diferentes procedencias y culturas.
Aunque vale acotar que dentro de este concepto cada uno puede elegir interactuar con otros o permanecer con quien llegó. Al final, la distancia entre unos y otros es muchas veces la misma que en las mesas separadas. En el caso que se ve en la foto, la idea era generar un ámbito de interacción entre huéspedes. En los hoteles son ellos quiene traen consigo diferentes bagages e historias, muchos suelen ser viajeres y tienen eso en común, y otros vacionantes que les gusta el lugar y repiten. Es interesante, en esta línea, proporcionar lugares que fomenten el diálogo. Aquí el espacio que más representa esta intención es el lugar del desayuno, con mesas compartidas largas y con bancos altos para que sea descontracturado y ameno.
Otro punto importante, es incorporar ideas divertidas que contribuyan a un clima que despeje todo asomo de solemnidad. En este caso concreto, un gran cartel en la pared con la frase BUT FIRST, COFFEE tiene la intención de brindar el clima informal y creativo, de predisponer a un intercambio agradable y jovial.
La tendencia verde apunta a evocar la serenidad de la naturaleza. Su gama cromática siempre induce al relax y por lo tanto a la charla distendida. En este proyecto, grandes estanterías metálicas, hechas a medida, se vistieron con cientos de macetas terracotas que con hojas de eucalitus dan una impronta personal y al mismo tiempo enmarcan los distintos sectores del lobby del hotel.
Cada proyecto puede tener diferentes claves o tips, pero la idea es siempre la misma, crear un espacio único, sorprendente, que deje su huella y enriquezca la experiencia de quienes pasen por allí.