Así fue que regresé a Uruguay y empecé a trabajar por mi sueño de abrir una agencia de modelos y publicidad. La nombré Glam y ya cuento con un equipo de trabajo y estamos formando de a poco el staff de modelos, buscamos gente de todos los estilos, somos abiertos a conocer.

El nivel de vida acá puede que sea inferior pero el trato de la gente es distinta. Hay más humanidad. Me siento totalmente responsable de todas las jóvenes con las que trabajo, cuido mucho la manera en la que se presentan las fotos en las redes sociales y me fijo en cada comentario que les escriben. Creo que cuando uno inicia algo es importante ser firme en la decisión de cómo te vas a manejar como empresa y como persona también. Tengo mucha esperanza e ilusión en esta nueva etapa que comienza y espero salir adelante.”