Aunque todavía falten más de dos meses para que termine la primavera, las tendencias de la moda para este verano ya se hicieron notar.  Gradualmente, nuestros roperos se van despidiendo de los tapados, las bufandas y los gorros para darle la bienvenida a las prendas livianas.

Este verano la tendencia se va a basar en dos principios: telas orgánicas y telas al cuidado del medio ambiente. Van predominar las fabricadas con fibras naturales como algodón, lino y sisal. Esto va a permitir una mejor sensación al cuerpo y mejorar la oxigenación. Con lo natural como buque insignia, los diseñadores promoverán el no uso de telas sintéticas.

Los colores y estampados para este verano serán atrevidos. En cuanto a los colores, el amarillo lima se impone como monocrome y va a teñir todas las prendas. Este color promete iluminar y transmitir energía y dinamismo. Dentro de los tonos pasteles la paleta romántica – celeste, amarillo y rosa – serán los predominantes. El blanco como caballito de batalla va a estar presente para fusionar con todos los colores y estampas, sólo es cuestión de innovar.

Pero no todo va a ser monocrome, sino que las estampas también reinarán. Las naturales (las que aludan a la naturaleza), las digitales (aquellos que hagan referencia a la tecnología, como ondas, patrones, líneas), las flores y las rayas.

Con respecto a los accesorios, el foco sube al cuello y reinarán los aros. ¿Cómo se usan? Grandes, con formas geométricas y – una forma más trendy – en un solo lóbulo.

Las medias protagonizan un regreso con gloria y amenazan invadir todo tipo de conjuntos. Los soquetes de red se retiran para dar lugar a las medias estilo deportivo casi hasta la rodilla.

Y como no podía faltar, la forma que llevamos el pelo también estará marcada por la tendencia. Este verano se usará el pelo recogido- cola de caballo-  despejado del rostro y ceñido con efecto wet (leer nota “wet look” por Flo Pollio).