Cuando llega la hora de dormir, nos vamos a la cama pensando en descansar lo más posible para estar diez puntos al otro día. Pero cuando nos levantamos nos encontramos con la sorpresa de que seguimos igual o más cansadas que antes. Esto sucede porque hay factores que afectan la calidad de nuestro sueño. Hay estrategias útiles que nos ayudan a conciliar el sueño y a sacar el mejor partido del tiempo que pasamos en la cama.

 

Estas estrategias funcionan diferente para cada persona porque no a todos nos influye de la misma manera. Por eso, para encontrar cuál es la mejor estrategia para vos, lo recomendable es experimentar y auto observarse para saber qué es lo más útil.

 

Fijar un horario

Es importante mantener una continuidad con los horarios en que nos metemos en la cama. Si cada día nos vamos a dormir a una hora distinta, el cuerpo no se va a terminar de acostumbrar y a la hora de levantarse se nos hace muy cuesta arriba. Es preferible dormir menos, pero en horarios habituales, que dormir más en cualquier horario.

 

Cuarto oscuro

Lo mejor es tener una habitación a oscuras. No dormir con luces prendidas o ventanas donde pueda ingresar luz. La glándula pineal es sensible a la luz. Cuando estamos a oscuras, se segrega más melatonina (la hormona de sueño) lo que nos permite acercarnos a un mejor estado de relajación y somnolencia.

 

Alimentación

Lo ideal es cenar comidas ligeras e intentar de que haya un lapso de 90 minutos entre que comemos y nos vamos a acostar. Esto nos garantiza una digestión completa antes de entrar a la cama.

 

Ejercicio

Si hacemos ejercicio durante el día, eso favorecerá nuestro descanso ya que nos ayuda a liberar tensiones.

 

Actividades en la cama

No se puede relacionar el lugar de descanso con trabajo y otras actividades. Es por ello que es recomendable limitar el uso de la cama para acciones que consideremos positivas y relajantes.