La piel con acné o la piel grasa suele presentar más dificultades que otros tipos de pieles a la hora de maquillarse. Ya sea por los productos utilizados para hidratarla, el maquillaje en sí o las herramientas (como brochas y esponjitas), este tipo de piel es muy delicada y necesita que la cuidemos con cierta delicadeza.

Compartimos con ustedes una guía de consejos para maquillar y cuidar la piel con acné, de la manera más saludable.

Limpieza e hidratación con productos adecuados

Para limpiar una piel con acné, es fundamental elegir productos que hayan sido diseñados exclusivamente para este tipo de piel. Principalmente, deberíamos dejar de lado cremas o limpiadores faciales que obstruyan los poros de la piel.

Brochas y esponjas siempre limpios

Para este tipo de pieles, mantener cierta limpieza es esencial, dado que la grasa propia de la piel puede acumularse en las herramientas que utilizamos para maquillarnos. Por lo tanto, es recomendable lavar las brochas con agua y jabón luego de cada uso. En cuanto a las esponjas, si bien también pueden lavarse con agua y jabón, lo recomendable es cambiarlas cada una o dos semanas.

Cuidar el modo en el que se aplica el maquillaje

Siempre y cuando nuestra piel ya esté limpia e hidratada, ya podemos aplicar la base de maquillaje. Es preferible buscar una base que sea específicamente para pieles grasas y con acné, no simplemente una que tape las imperfecciones. Al igual que los productos de limpieza, la base para este tipo de piel debe ser suave y ligera, de manera que nuestros poros puedan respirar libremente.

Esponjita, sí. Brocha, a veces.

En las zonas de nuestra piel donde haya aún marcas de acné, granitos, o irritaciones, es conveniente aplicar el maquillaje con una esponja y dando pequeños toquecitos, antes que arrastrándolo con una brocha, de manera de evitar dañar los tejidos.

La calve: polvos fijadores

Los polvos fijadores tienen la capacidad de hacer que nuestro maquillaje dure más tiempo y en mejores condiciones, frenando el brillo que suele aparecer con el paso del tiempo en la piel grasa.