Como bien sabemos, nuestra piel está mucho más seca en invierno que de costumbre. Las temperaturas extremadamente bajas, el viento fuerte y los cambios ambientales debidos a la calefacción, derrumban las barreras naturales que la piel forma para protegerse, por lo que se vuelve más frágil.

Compartimos con ustedes algunos consejos para cuidar la piel en invierno:

Hidratación. En esta temporada, en recomendable reforzar el uso de cremas corporales hidratantes. Los labios, las rodillas y los codos son zonas que necesitan una hidratación extra, ya que allí es donde la piel suele secarse más. También, es importante no olvidar de tomar, al menos, 2 litros de agua diarios.

Protector solar. ¡Sí, protector solar en invierno! Aunque las nubes no nos dejen ver el sol a diario ni sintamos su calor tan fuerte como en verano, los rayos del sol siguen siendo agresivos y es conveniente proteger la piel ante ellos.

Evitar la exposición prolongada al calor. Es preferible evitar exponerse mucho tiempo a la calefacción, la ducha y los cambios bruscos de temperatura.

Mantener la piel limpia. En invierno -como así también en las demás estaciones del año- es importante desmaquillar y limpiar nuestra piel a diario con productos con activos hidratantes para impedir los daños de la polución invernal.

La calve. Las fórmulas más recomendadas por dermatólogos y cosmetólogos para combatir el frío, son aquellas que contienen ceramidas. ¿Por qué? Las ceramidas son componentes propios de la capa más externa de la piel y la ayudan a mantenerse constantemente hidratada al comportarse como una muralla, deteniendo la pérdida de agua del cuerpo y la intromisión de sustancias nocivas del exterior.