confesiones
Mujeres de Montevideo: Gina
04 Sep 2020
“El momento más feliz de mi vida fue cuando tuve a mis dos hijas. Yo quería nenas, ¡y tuve dos nenas! Fui criada a la antigua y crié a mis hijas a la antigua.
Soy de Valle, en Brasil, y me vine a Uruguay con 22 años. Hoy tengo 73. Me casé jovencita y me quedé viuda a los 47. Mi esposo era sastre de medida fina y falleció muy joven. En su momento le dije: ‘si querés ser novio mío, tenés que sacarte el bigote’, y se lo sacó. Conozco un escribano que usaba el pelo larguito y yo le decía: ‘¿quién te va a querer con ese pelo y esa barba?’. Y el muchacho ese me hizo caso, se cortó el pelo y se sacó la barba. ¡Y consiguió novia! Pero después le creció la barba de vuelta y dejó con la novia, una novia preciosa…
A partir de que falleció mi esposo estuve luchando con las chiquilinas adolescentes que quedaron. Siempre trabajando y trabajando… Yo me dedicaba a cuidar viejitas, pero ahora ya no me dan más trabajo. Vivo acá en el edificio y vendo en la feria los viernes, no me queda otra. Porque, ¿sabés lo que gano? ¿Te parece que puede vivir una persona con $8000? Soy diabética y tengo que luchar… no me queda otra.
Y eso que tengo la suerte de ser propietaria. Pero hay otros que ahora quedaron sin casa y sin nada, es muy triste. A mí me duele mucho, me duele ver el sufrimiento de los demás.
La vida espiritual es muy importante para mí. Eso significa ser derecha, no actuar mal e ir con la verdad siempre. Creo que lo espiritual es lo principal porque estamos viviendo en un tiempo muy difícil. Todos los días muertes, muertes y muertes… ¡Vivimos en una injusticia terrible!
A mí me hace muy feliz leer y leo mucho la Biblia… te diría que todos los días. Mi pasaje preferido es el Salmo 23, que dice que ‘nada te faltará’. Después está Apocalipsis 21, que dice que Dios va a limpiar todas las lágrimas de los ojos, no habrá muertes ni lamentos… Y que todas las cosas anteriores, ya han pasado.”